
Noticias actuales del mercado petrolero al 10 de noviembre de 2025: balance del mercado de petróleo, depósitos de gas seguros en Europa, crecimiento de las energías renovables, tendencias tecnológicas y presión por sanciones. Análisis para inversores y empresas del sector energético.
El complejo global de combustible y energía entra a mediados de noviembre en medio de una creciente tensión geopolítica y notables desplazamientos estructurales en los mercados de materias primas. El enfrentamiento sancionador entre Rusia y Occidente sigue impactando la industria del petróleo y gas: a finales de octubre, los EE.UU. ampliaron las restricciones a las principales compañías petroleras rusas, mientras que la Unión Europea aprobó otro paquete de sanciones, dificultando las operaciones internacionales. Al mismo tiempo, el mercado mundial del petróleo muestra un equilibrio relativo con una inclinación hacia el sobreabastecimiento: la producción se mantiene en un nivel alto, mientras el crecimiento de la demanda se está desacelerando. El sector de gas europeo se prepara para el invierno con sólidos, aunque no récord, depósitos de combustible, lo que infunde confianza en la estabilidad del suministro. Paralelamente, la transición energética se acelera: muchos países están alcanzando nuevos récords en energías renovables, aunque el carácter variable de la generación "verde" aún requiere apoyo de fuentes tradicionales. A continuación se presenta un análisis detallado de los eventos clave y tendencias en los mercados de petróleo, gas, electricidad y otros segmentos del sector energético hasta la fecha actual.
Claves
- Petróleo: la oferta de la OPEP+ y la producción récord de EE.UU. mantienen los precios del petróleo en un rango moderado ($60–64 por barril de Brent), a pesar de los riesgos geopolíticos persistentes.
- Gas: Europa comienza el invierno con altos niveles de almacenamiento de gas (alrededor del 85% de capacidad utilizada), la importación diversificada de GNL compensa la reducción de los suministros por gasoducto y la volatilidad de precios está limitada por factores climáticos.
- Sanciones y geopolítica: nuevas medidas de EE.UU. y la UE aumentan la presión sobre el sector energético ruso, elevando los riesgos y costos para los flujos de exportación; las empresas e inversores se adaptan reorientando mercados y logística.
- Asia: las economías emergentes más grandes (China, India) siguen siendo los principales motores de la demanda de hidrocarburos, equilibrando los beneficios de los suministros baratos con los objetivos de seguridad energética y, al mismo tiempo, aumentando la inversión en energías renovables.
- Electricidad y VIE: la generación global de fuentes renovables en 2025 alcanza cifras récord, se acelera la construcción de plantas eólicas y solares, sin embargo, el problema de la variabilidad de la energía requiere un desarrollo activo de los sistemas de almacenamiento y la modernización de las redes.
- Mercado de combustibles en Rusia: en Rusia se han extendido las restricciones temporales sobre la exportación de gasolina y diésel, lo que, junto con las medidas de apoyo a las refinerías, ha estabilizado los precios internos de los productos derivados del petróleo después del repunte de verano.
Mercado del petróleo: equilibrio en la oferta y desaceleración de la demanda
Precios. A comienzos de noviembre, los precios mundiales del petróleo se mantienen en niveles relativamente bajos tras una caída en otoño. La mezcla de referencia Brent se comercia en un rango de alrededor de $62–64 por barril, mientras que el WTI estadounidense está alrededor de $59–60 por barril. Estos niveles son significativamente más bajos que los picos de verano, reflejando un cambio en el equilibrio del mercado hacia el superávit. Los factores geopolíticos (conflictos y riesgos de sanciones) añaden una pequeña prima a los precios, pero en general, los participantes del mercado están moderadamente cautelosos.
- Oferta: los países de OPEP+ están aumentando gradualmente la producción después de las restricciones previas. En una reunión extraordinaria a principios de noviembre, el bloque acordó un aumento simbólico de las cuotas (~+137 mil barriles por día a partir de diciembre), postergando un aumento más significativo hasta el primer trimestre de 2026. Al mismo tiempo, la producción de petróleo en EE.UU. alcanzó un récord de ~13 millones de barriles por día, gracias al auge del fracking y la relajación de las restricciones ambientales. Alta oferta de OPEP+, EE.UU. y otros productores independientes suaviza el balance global.
- Demanda: el crecimiento del consumo mundial de petróleo ha disminuido drásticamente. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), el aumento de la demanda en 2025 será de menos de 1 millón de barriles por día (en comparación: en 2023, la demanda creció en más de 2 millones de barriles/día). La desaceleración económica, especialmente en China, los altos precios de años anteriores que han estimulado la conservación de energía y un aumento en la eficiencia, así como la adopción acelerada de vehículos eléctricos, limitan el aumento del consumo de petróleo.
- Reservas: las reservas comerciales de petróleo y productos derivados fuera de OPEP han aumentado en los últimos meses. En EE.UU., en otoño se ha observado un notable aumento de las reservas de petróleo, en parte gracias a la producción récord. Además, algunos proveedores que habían estado limitados han regresado al mercado: por ejemplo, las exportaciones del región petrolera del Kurdistán (Irak) se han reanudado tras una larga pausa. El aumento de las reservas ejerce presión sobre los precios.
Perspectivas. El mercado petrolero concluye el año en un estado de equilibrio relativo, inclinándose hacia el sobreabastecimiento. Sin eventos extraordinarios, los precios podrían mantenerse en un rango moderado hasta finales de año. Las preocupaciones sobre posibles interrupciones en el suministro o un endurecimiento adicional de las sanciones impiden una caída abrupta de los precios, sin embargo, las expectativas de un aumento en la oferta por parte de OPEP+ y los productores de fracking generan un sentimiento bajista. Las empresas del sector petrolero se centran en controlar costos y protegerse contra riesgos, mientras que los refinadores tratan de optimizar sus salidas de productos (gasolina, diésel, queroseno) y logística en un entorno de precios moderados.
Mercado del gas: Europa se prepara con confianza para el invierno
Situación en Europa. En el mercado del gas natural, la situación es relativamente estable, aunque la llegada del invierno mantiene a los participantes en tensión. Los países europeos han logrado acumular volúmenes significativos de gas de manera oportuna: según datos de Gas Infrastructure Europe, los depósitos subterráneos de la UE están llenos aproximadamente al 85% a principios de noviembre. Esto es inferior casi al 100% del año pasado, pero aún así proporciona un sólido margen en caso de un invierno frío. La diversificación de las fuentes de suministro ha permitido compensar la reducción del gas ruso por gasoducto. Un récord de importaciones de gas natural licuado (GNL) de EE.UU., Catar y otros exportadores apoya la oferta en el mercado europeo.
- Reservas e importación: el alto nivel de llenado de los depósitos de almacenamiento, junto con las continuas entregas de GNL, significa que Europa entra en la temporada de calefacción bien preparada. La débil demanda de gas en Asia en la primera mitad del año también jugó a favor de Europa, permitiendo redirigir suministros adicionales de GNL a los terminales europeos.
- Precios: gracias a los depósitos y a la importación alternativa, los precios mayoristas del gas en la UE se mantienen significativamente por debajo de los niveles máximos de 2022. En los últimos meses, los precios han fluctuado en un rango moderado, respondiendo principalmente a cambios climáticos. Si el invierno no es extremadamente frío y la competencia de Asia por nuevos cargamentos de GNL se mantiene moderada, el mercado de gas europeo tiene posibilidades de pasar la temporada sin shocks de precios.
- Demanda y generación: los esfuerzos por aumentar la eficiencia energética y la situación económica están conteniendo el crecimiento del consumo de gas en la industria. Sin embargo, el gas sigue desempeñando un papel clave en la generación de energía como combustible de respaldo: cuando la producción de las plantas eólicas o solares disminuye, la generación eléctrica de la UE se ve obligada a aumentar la proporción de generación a base de gas (y a veces de carbón), como ocurrió en otoño con el poco viento en el norte de Europa.
Mercados y riesgos. En general, el mercado europeo del gas muestra resiliencia. Los comerciantes y las empresas energéticas monitorean de cerca los pronósticos meteorológicos y las programaciones de mantenimiento/suministros de GNL, para reaccionar rápidamente a los cambios en el equilibrio. La principal incertidumbre sigue siendo el factor temperatura: las heladas prolongadas pueden aumentar la extracción de gas de los depósitos y hacer que los precios suban. Sin embargo, en comparación con años anteriores, Europa se siente más segura debido a los depósitos acumulados y a las rutas de importación diversificadas.
Electricidad: estabilidad del suministro y renacimiento nuclear
En el sector de la electricidad, los principales mercados mantienen una estabilidad en el suministro, y los gobiernos ponen un énfasis en garantizar la seguridad energética en medio de la transición hacia la energía limpia. En 2025, varios países han intensificado el apoyo a las capacidades básicas: por ejemplo, Japón ha anunciado planes para acelerar la puesta en funcionamiento de reactores nucleares en desuso, buscando reducir la importación de hidrocarburos y controlar la inflación. Este tipo de renacimiento nuclear también se está observando en otras regiones: cada vez más países ven la generación nuclear y los modernos reactores pequeños como una forma de asegurar la confiabilidad del sistema energético y alcanzar las metas de descarbonización.
Al mismo tiempo, la modernización de las redes eléctricas y el desarrollo de infraestructuras "inteligentes" para integrar una mayor proporción de VIE continúa. Las empresas energéticas están invirtiendo en sistemas digitales de gestión de la demanda y redes distribuidas para aumentar la flexibilidad del suministro de electricidad. A corto plazo, gracias a los suficientes márgenes de las capacidades tradicionales (centrales de gas, carbón y nucleares) y a los depósitos de combustible acumulados, las amenazas de escasez de electricidad en el próximo invierno son mínimas. Sin embargo, la tendencia a largo plazo de la transición energética requiere que el sector mantenga un equilibrio constante entre la implementación de nuevas tecnologías y el mantenimiento de la confiabilidad de la red.
Energías renovables: crecimiento récord y problemas de variabilidad
El sector de energías renovables (VIE) en 2025 muestra un desarrollo acelerado. Según informes de la industria, la capacidad instalada global de VIE ha aumentado significativamente: se están poniendo en funcionamiento grandes plantas solares y eólicas desde China e India hasta Europa y EE.UU. La generación mundial de energía solar y eólica ha alcanzado nuevos máximos: en la primera mitad de 2025, su volumen superó por primera vez la producción de centrales de carbón. Las principales empresas energéticas y fondos de inversión siguen dirigiendo cantidades récord de capital a proyectos de energía limpia, y los gobiernos están estimulando el sector a través de objetivos y subsidios (por ejemplo, los planes del Reino Unido de duplicar el número de empleos en el sector de energía limpia para 2030).
- Inversiones y capacidades: las inversiones anuales en VIE establecen nuevos récords, acercándose a los $700 mil millones en 2024 y creciendo aún más en 2025. Las tasas de instalación de capacidades han aumentado más de un 10% en comparación con el año pasado. Sin embargo, para alcanzar el objetivo global de triplicar las capacidades renovables para 2030, adoptado en la cumbre COP28, esto aún no es suficiente: los expertos instan a duplicar las tasas anuales de construcción de VIE y modernización de redes.
- Desafíos de infraestructura: el rápido crecimiento de la proporción de VIE revela problemas de integración. En algunas regiones, en 2025 se registraron períodos en los que, debido a la debilidad del viento o sequías, la generación en parques eólicos y plantas hidroeléctricas disminuyó. Para cubrir este déficit, se tuvo que aumentar temporalmente la producción en plantas de gas y carbón, lo que contradice los objetivos de reducción de emisiones. Estos casos subrayan la necesidad de un desarrollo acelerado de sistemas de almacenamiento de energía (baterías industriales) y la construcción de capacidades de respaldo flexibles.
- Estrategias empresariales: las compañías de petróleo y gas, así como las energéticas, están respondiendo activamente a las tendencias de la transición energética. Muchas de ellas están aumentando sus inversiones en proyectos solares y eólicos, bioenergía, hidrógeno y tecnologías de captura de carbono. Esta diversificación de carteras les permitirá seguir siendo competitivas en un contexto de disminución gradual del uso de combustibles fósiles en el sistema energético mundial.
Conclusión: a pesar del progreso récord, el mundo aún está lejos de alcanzar sus objetivos climáticos. El desarrollo de VIE debe ir acompañado de la modernización de la infraestructura y nuevas medidas políticas para superar las barreras y garantizar el crecimiento sostenible del sector sin interrupciones en el suministro energético.
Sector del carbón: caída de la demanda y estabilización de precios
El mercado global del carbón en 2025 está influenciado por la tendencia a largo plazo hacia la reducción del papel del carbón en el balance energético. Según las estimaciones de los analistas, el consumo mundial de carbón podría disminuir alrededor de un 5-10% al final del año, ya que las principales economías están gradualmente pasando a fuentes de energía más limpias. La disminución de la demanda, especialmente por parte de China en cuanto al carbón importado, y la saturación general del mercado han llevado a una moderada caída de los precios en comparación con los niveles del año pasado. Los futuros del carbón energético se han estabilizado en el rango de $100-110 por tonelada (en comparación, esto es una cuarta parte por debajo de los picos del otoño de 2024).
- Características regionales: en Europa y América del Norte, el uso del carbón en la energía sigue en declive: las viejas centrales térmicas de carbón están cerrando o siendo adaptadas para gas y biomasa como parte de las políticas climáticas. En Asia, sin embargo, el carbón sigue siendo un combustible importante: India y algunos países del sudeste asiático aún están incorporando nuevas capacidades de carbón para satisfacer la creciente demanda de electricidad. Sin embargo, incluso ahí se está moderando el apetito, ya que los proyectos son cada vez más revisados en favor de VIE o gas.
- Exportación y producción: los principales exportadores de carbón (Australia, Indonesia, Rusia, Sudáfrica) están enfrentando una disminución en la demanda externa. Por ejemplo, las exportaciones de carbón estadounidense en la primera mitad de 2025 cayeron más de un 10% debido a la reducción de compras por parte de China y al exceso general de oferta en el mercado mundial. Las minas han reducido la producción, orientándose hacia la menor demanda para evitar excedentes.
- Contexto de precios: después de las fuertes oscilaciones de precios en 2022 debido a la crisis energética, el mercado del carbón en 2025 es relativamente tranquilo. Los precios actuales, aunque han aumentado un 5-7% en el último mes debido al aumento estacional de la demanda en la temporada de calefacción, siguen siendo significativamente más bajos que los máximos récord de la última década. El equilibrio se mantiene gracias a que la oferta se ajusta rápidamente a la reducción de la demanda: por ejemplo, se están cerrando varias capacidades obsoletas, lo que evita que los precios caigan demasiado.
Perspectivas. En el futuro, la presión de la agenda climática se intensificará: cada vez más países están estableciendo plazos para abandonar la generación a base de carbón (los años 2040 para muchos países desarrollados). Mientras tanto, en las economías en desarrollo, se está apostando por tecnologías de purificación de emisiones y una reducción gradual del uso de carbón. Para los inversores, el sector del carbón se convierte en una zona de mayores riesgos, aunque a corto plazo pueden ocurrir oscilaciones de precios en función del clima y la coyuntura en Asia (por ejemplo, la demanda de carbón metalúrgico).
Mercado de productos derivados y refinación: suministro estable y regulación estatal
El mercado mundial de productos derivados del petróleo a finales de 2025 se caracteriza por precios relativamente estables y un nivel suficiente de suministro. Los precios de la gasolina y del diésel han disminuido con respecto a los picos del año pasado, reflejando la caída de los precios del petróleo y la ausencia de agudos déficits en los principales mercados. Al mismo tiempo, el margen de refinación para las refinerías sigue estando comprimido debido a altos costos y una demanda decreciente de combustibles tradicionales a largo plazo.
- Oferta: la entrada en funcionamiento de nuevas capacidades de refinación en Oriente Medio y Asia (incluyendo grandes refinerías en China y los países del Golfo Pérsico) ha aumentado la oferta global de combustibles. Al mismo tiempo, en Europa y América del Norte, varias refinerías obsoletas han reducido su producción o han cerrado debido a la baja rentabilidad y a los requisitos ambientales. En general, las capacidades globales de refinación están ajustando ligeramente su operación, lo que asegura un suministro adecuado de gasolina, diésel y queroseno en el mercado.
- Demanda: El consumo de gasolina está estancándose o disminuyendo en los países desarrollados a medida que aumenta la flota de vehículos eléctricos y mejora la eficiencia del combustible en los automóviles con motor de combustión interna. La demanda de diésel también enfrenta presión estructural, ya que se introducen tecnologías y alternativas más eficientes en el transporte y la industria. El único segmento que muestra una recuperación es el combustible de aviación (queroseno), donde con la reactivación de los vuelos internacionales el consumo está creciendo, aunque no ha alcanzado los niveles de 2019.
- Regulación en Rusia: En Rusia, en otoño de 2025, se ha continuado con una política de estricta vigilancia del mercado interno de productos derivados del petróleo. El gobierno ha prorrogado la prohibición temporal de exportación de gasolina hasta finales del año (con posibilidad de prórroga hasta 2026), y las restricciones a la exportación de diésel se mantienen: las entregas al extranjero solo son permitidas si se asegura completamente el mercado interno. Al mismo tiempo, se ha ajustado el mecanismo estatal de compensaciones para los refinadores: se ha elevado el umbral de precios, al superar el cual los pagos disminuyen, lo que reduce la rentabilidad de las exportaciones en contextos de altos precios mundiales. Se han dirigido volúmenes adicionales de combustible desde las reservas a las regiones que experimentaron escasez en verano para normalizar la situación.
Resultados. El conjunto de medidas adoptadas ha logrado estabilizar los precios del combustible dentro de Rusia durante el otoño. Los precios mayoristas de la gasolina y el diésel, que alcanzaron picos en agosto, han disminuido y se mantienen en un rango estrecho. Los precios al por menor han dejado de aumentar drásticamente, aunque siguen por encima del nivel del año pasado. Gracias a la mejora en el suministro de las estaciones de servicio y la conclusión de la cosecha, la tensión en el mercado interno de combustibles ha disminuido. Los expertos notan que, si se mantienen los precios actuales del petróleo, el gobierno podría comenzar a suavizar las restricciones a la exportación a inicios de 2026, pero solo si se da una saturación completa del mercado interno y una disminución sostenida de los precios para los consumidores.
Tendencias tecnológicas en el sector energético: vehículos eléctricos, hidrógeno y digitalización
El progreso tecnológico sigue transformando el complejo de combustible y energía, estableciendo una dirección de desarrollo para años venideros. Una de las tendencias clave sigue siendo la adopción masiva del transporte eléctrico. En 2025, las ventas de vehículos eléctricos e híbridos están alcanzando récords: según analistas de la industria, en septiembre, las ventas globales mensuales de autos electrificados superaron las 2 millones de unidades, un 25% más que el año anterior. China y Europa lideran los avances en la electrificación del transporte, y al final del año, la proporción de autos eléctricos podría superar el 20% de todos los vehículos vendidos. El rápido crecimiento de la flota de vehículos eléctricos ya está comenzando a impactar la demanda de combustibles en algunos países, especialmente de gasolina.
Otra dirección estratégica es el desarrollo de la energía y la infraestructura de hidrógeno. Gobiernos y grandes corporaciones energéticas están invirtiendo en proyectos de "hidrógeno verde": se están construyendo capacidades de electrólisis y estableciendo cadenas de suministro para el uso del hidrógeno en la industria, el transporte y la energía. En Europa, se está implementando un programa de creación de hubs de hidrógeno, en Oriente Medio se están realizando proyectos para exportar amoníaco y metanol a base de hidrógeno, y en China y Japón se están adoptando rápidamente celdas de combustible de hidrógeno en el transporte. Aunque el hidrógeno aún no ocupa una parte significativa del balance energético, el año 2025 ha marcado el inicio de varios proyectos comerciales de hidrógeno, acercando esta tecnología a su aplicación generalizada.
La digitalización e innovaciones también están cambiando el panorama de la industria. Las empresas de petróleo y gas están adoptando activamente la inteligencia artificial y el análisis de datos masivos para mejorar la eficiencia: con su ayuda, se optimiza la producción en los campos, se predice el desgaste del equipo y se mejora el comercio de recursos energéticos en las bolsas. Los "sistemas energéticos inteligentes", que incluyen redes y dispositivos de almacenamiento de energía inteligentes, permiten suavizar los picos de carga y integrar más VIE sin comprometer la confiabilidad. El desarrollo de tecnologías de baterías continúa reduciendo el costo de los acumuladores de energía: grandes baterías de litio y sodio se están instalando para equilibrar los sistemas energéticos en EE.UU., Europa y Australia.
Visión hacia el futuro. Las tendencias tecnológicas actuales indican que en 5-10 años, la estructura de la demanda de recursos energéticos cambiará significativamente. Los vehículos eléctricos pueden reducir notablemente el consumo de productos derivados del petróleo en el transporte, el hidrógeno tiene el potencial de ocuparse un lugar en la industria pesada y el transporte de carga, y las soluciones digitales aumentarán la flexibilidad y eficiencia de todo el sistema energético. Para las empresas del sector energético, adaptarse a estos cambios ya se ha convertido en una condición indispensable para la competitividad: al invertir en nuevas tecnologías hoy, están sentando las bases para un crecimiento sostenible en el futuro, incluso en un entorno de transición energética y endurecimiento de normas medioambientales.