
Noticias económicas del 8 de septiembre de 2025: cumbre BRICS, crisis política en Francia, PIB de Japón, comercio de China, producción industrial de Alemania, expectativas de inflación en EE. UU. e informe de Casey’s. Análisis para inversores.
La nueva semana comienza en medio de sentimientos mixtos en los mercados mundiales. Los inversores evalúan las señales de desaceleración económica y las perspectivas de una relajación de la política monetaria por parte de los principales bancos centrales, tras una serie de datos macroeconómicos débiles en EE. UU. y Europa. En el centro de atención se encuentra la cumbre extraordinaria de líderes BRICS para desarrollar una respuesta a la política comercial de Washington, la crisis política en Francia, así como la publicación de estadísticas importantes de Asia, Europa y EE. UU. Examinemos más de cerca los eventos y tendencias clave que pueden afectar la confianza de los inversores de los países de la CEI.
Eventos clave del día 8 de septiembre de 2025
- China: Inicio de la sesión del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional en Pekín (día 1 de 5).
- Francia: Sesión extraordinaria del parlamento y votación sobre la confianza al gobierno del primer ministro François Bayrou.
- Cumbre BRICS: Reunión virtual de los líderes de BRICS por iniciativa de Brasil para discutir la política comercial del presidente de EE. UU. Donald Trump.
- Japón: Publicación del PIB del segundo trimestre de 2025 (02:50 MSK) - evaluación del estado de la tercera economía del mundo.
- RPCh: Datos del comercio exterior de agosto (exportación, importación, balanza comercial) (06:00 MSK).
- Alemania: Informe sobre la producción industrial de julio (09:00 MSK).
- Eurozona: Índice de confianza de los inversores Sentix de septiembre (12:00 MSK).
- EE. UU.: Expectativas de inflación del consumidor de agosto (16:00 MSK).
Mercados globales: esperanzas de un recorte de tasas superan los temores
Los mercados financieros cerraron la semana anterior de manera ambigua. En EE. UU., se publicaron datos decepcionantes del mercado laboral: en agosto se crearon solo alrededor de 20,000 a 25,000 nuevos puestos de trabajo, y la tasa de desempleo aumentó al 4.3%, su nivel más alto en casi cuatro años. Estas señales de enfriamiento económico aumentaron las expectativas de que la Reserva Federal necesitará adoptar pronto una política monetaria más laxa. El rendimiento de los bonos del Tesoro de EE. UU. disminuyó notablemente, y el índice del dólar cayó, reflejando un aumento en la confianza de los inversores en una próxima pausa o incluso una reducción de la tasa de interés de la Fed.
En este contexto, el mercado de valores de EE. UU. intentó crecer en la primera mitad del día el viernes: la perspectiva de “dinero barato” apoyó al Nasdaq de alta tecnología y al amplio S&P 500. Sin embargo, hacia el final de la sesión, aumentaron los temores de que una desaceleración aguda de la economía podría derivar en una recesión. Como resultado, los principales índices retrocedieron de sus máximos diarios: el S&P 500 perdió alrededor del 0.5%, el Dow Jones un 0.6% y el Nasdaq un 0.2% el viernes. No obstante, la tendencia general de las últimas semanas sigue siendo positiva para el mercado de acciones, gracias a las expectativas de una política más laxa de los bancos centrales y la falta de nuevos choques.
A nivel global, los inversores equilibran las esperanzas de medidas de estímulo y los riesgos de desaceleración. Durante la semana que viene, los puntos de referencia clave serán las decisiones del Banco Central Europeo (la reunión del BCE está programada para el 11 de septiembre) y las señales de la Fed de EE. UU. antes de la reunión a finales de mes. Las expectativas se inclinan hacia una pausa en el aumento de tasas, considerando la desaceleración de la inflación y el aumento de la incertidumbre económica.
Europa: Francia al borde de una crisis y débil industria alemana
Los mercados europeos finalizaron la semana pasada con cautela. El índice paneuropeo STOXX 600 cayó ligeramente (~-0.2%) el viernes, mientras que el índice Euro Stoxx 50 se mantuvo sin cambios significativos. Los inversores en Europa, por un lado, ven con buenos ojos la posible suavidad de la Fed; por otro lado, se preocupan por los problemas internos de la región. En el centro de atención está la situación política en Francia: el primer ministro François Bayrou presentó el 8 de septiembre una cuestión de confianza para su gobierno en una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional. Este paso, respaldado por el presidente Emmanuel Macron, busca confirmar el mandato del gabinete en medio de protestas sociales y disputas presupuestarias. Sin embargo, existe el riesgo de que el gobierno no obtenga suficiente apoyo de los diputados. Un posible fracaso de la votación de confianza podría provocar la renuncia del gobierno y una nueva crisis política en Francia. Esta incertidumbre presiona el mercado francés: el rendimiento de los bonos del gobierno francés ha aumentado, mientras que las acciones de los bancos y empresas de servicios públicos locales se ven afectadas por los riesgos políticos.
Aparte de la política, Europa recibe una nueva tanda de estadísticas macroeconómicas. En Alemania, el lunes se publicarán datos sobre la producción industrial de julio, y las previsiones siguen siendo pesimistas. La industria alemana atraviesa una caída debido a la débil demanda externa y a los altos precios de la energía; según estimaciones preliminares, la producción podría haber disminuido entre un 1% y un 2% en comparación con el mes anterior. Cualquier mejora respecto a las expectativas podría apoyar a corto plazo el euro y las acciones del sector industrial, sin embargo, la tendencia general en la mayor economía de la Eurozona señala hacia una estancamiento. Al mismo tiempo se publicará el índice de confianza de los inversores Sentix de septiembre para la Eurozona. En agosto, el indicador sorprendió al caer a territorio negativo, reflejando una deterioración de los ánimos (valor -3.7 puntos tras +4.5 en julio). Si la encuesta de Sentix de septiembre confirma el pesimismo de los participantes del mercado, esto será una señal del aumento de la preocupación sobre las perspectivas de la economía de la Eurozona. Sin embargo, la moderada debilidad del euro en las últimas semanas y las expectativas de un pronto final del ciclo de endurecimiento del BCE brindan esperanza de una recuperación gradual de la confianza más adelante en el año.
El propio Banco Central Europeo se prepara para la reunión del 11 de septiembre. El pronóstico consensuado indica que la tasa del BCE se mantendrá en el 4.25% sin cambios, ya que la economía de la Eurozona se enfría y la inflación ha disminuido a aproximadamente el 3.5% interanual, acercándose a los niveles objetivo. La retórica del BCE será crucial para los mercados: cualquier indicio de una nueva pausa o disposición a reanudar estímulos si es necesario, podría influir muy significativamente en la cotización del euro y en las acciones europeas.
Asia: reunión en Pekín y crecimiento de la economía japonesa
Los mercados asiáticos están mostrando un tono relativamente positivo tras el aumento del índice Nikkei japonés la semana pasada. En el centro del análisis están las economías de dos de los países más grandes de la región. En China, el 8 de septiembre arranca la sesión del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, en la cual los legisladores revisarán varios proyectos clave de ley y reportes económicos. En particular, se discutirá el cumplimiento del plan de desarrollo social y económico para 2025 y la ejecución del presupuesto de la RPCh para el año actual. Este evento se lleva a cabo en un contexto de señales de desaceleración del crecimiento en China: las autoridades de la RPCh han señalado anteriormente sobre posibles medidas de apoyo a la economía, incluidas las ayudas fiscales y la relajación de la política crediticia. Los inversores buscarán en las noticias de Pekín indicios de estímulos adicionales o reformas que puedan respaldar la actividad empresarial.
En la mañana del lunes, China también publicará los datos sobre el comercio exterior de agosto. En julio, las exportaciones chinas crecieron inesperadamente un 7.2% interanual, acelerándose respecto a junio; sin embargo, los analistas advierten que este impulso puede debilitarse. Un nuevo ciclo de tarifas comerciales y restricciones por parte de EE. UU. (parte de la política proteccionista de la administración de Trump) comienza a afectar los suministros. Se espera un crecimiento más modesto o incluso una ligera disminución en las exportaciones en agosto, mientras que las importaciones pueden continuar creciendo lentamente debido a la débil demanda interna. Los datos comerciales de la RPCh proporcionarán a los mercados señales importantes sobre el estado del comercio mundial: una caída brusca en los indicadores aumentará las preocupaciones sobre el crecimiento global y puede presionar los precios de las materias primas, mientras que cifras sostenibles respaldarán la confianza en las bolsas asiáticas.
Japón, por el contrario, muestra signos de recuperación sostenible. El PIB de Japón para el segundo trimestre de 2025, publicado a las 02:50 MSK, superó las expectativas. La economía creció aproximadamente un 1.0% en términos anuales (alrededor de +0.3% frente al trimestre anterior) gracias a exportaciones sorprendentemente fuertes y una recuperación en el sector turístico. A pesar de la debilidad en el consumo interno, los factores externos fueron positivos: las empresas japonesas pudieron aumentar las entregas de automóviles y electrónica, compensando parcialmente el impacto de los aranceles estadounidenses. El crecimiento del PIB brindó soporte al índice de acciones Nikkei 225, que ha aumentado en los últimos días debido al optimismo de los inversores sobre las ganancias corporativas. Sin embargo, los analistas advierten que para mantener la dinámica positiva, Japón requerirá una demanda interna sostenida: el Banco de Japón sigue manteniendo una política ultraexpansiva, y la inflación en el país permanece por debajo de su objetivo, lo que permite seguir estimulando la economía.
EE. UU.: expectativas de inflación y consumo
La economía estadounidense atrae atención cuidadosa en medio de señales contradictorias. Por un lado, el mercado laboral ha comenzado a mostrar debilidades, lo que disminuye la presión inflacionaria. Por otro lado, el consumo de los hogares se mantiene en un nivel relativamente alto, apoyando el crecimiento del PIB. El lunes se publicarán varios indicadores que reflejan los sentimientos y comportamientos de los consumidores. En primer lugar, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York publicará los resultados de una encuesta a hogares sobre las expectativas de inflación del consumidor de agosto. El mes anterior, las expectativas de inflación anual en EE. UU. se mantuvieron alrededor del ~3%, lo que se acerca a máximos de varios años, pero está disminuyendo lentamente a medida que la economía se enfría. Si los nuevos datos muestran una nueva caída en las expectativas, esto será un argumento adicional a favor de una política suave de la Reserva Federal. Sin embargo, también existe el riesgo contrario: un aumento en las expectativas de inflación (por ejemplo, debido a un incremento en los precios del petróleo a finales del verano) podría preocupar al regulador.
En segundo lugar, los inversores analizarán el informe sobre los volúmenes de crédito al consumo en EE. UU., que también se publicará el 8 de septiembre. El crecimiento de la deuda de los estadounidenses en los últimos meses se ha desacelerado debido al aumento de las tasas de interés y el endurecimiento de las condiciones para la concesión de préstamos. Una disminución en el ritmo de crecimiento del crédito al consumo puede indicar un comportamiento más cauteloso de los hogares y una debilitación de la demanda de los consumidores en el futuro. Cualquier indicio de esta tendencia puede afectar las proyecciones de crecimiento económico de EE. UU. para el tercer trimestre.
En medio de estos datos, los representantes de la Fed continúan sopesando los próximos pasos. La retórica de las últimas intervenciones de los miembros de la Reserva Federal indica una tendencia hacia la pausa en septiembre: muchos funcionarios expresan satisfacción con los ritmos de desinflación. Sin embargo, la Reserva Federal deja la puerta abierta a un posible nuevo aumento de tasas antes de finalizar el año, si la inflación no se reduce a niveles de ~2%. Por lo tanto, cada nuevo informe estadístico (incluyendo expectativas de inflación y tendencias del consumidor) puede cambiar el equilibrio de opiniones en el comité. Para el mercado, la previsibilidad es crucial: por ahora el escenario básico es mantener la tasa de la Reserva Federal en un rango de 5.25 a 5.50% en la próxima reunión, lo que ya está considerado en los precios. Desviaciones significativas en los indicadores económicos pueden ajustar estas expectativas y provocar una volatilidad aumentada en el dólar y en las acciones de las empresas estadounidenses.
Geopolítica: cumbre BRICS y guerras comerciales
Los factores políticos vuelven a ocupar el primer plano y pueden influir en los mercados globales. El lunes se llevará a cabo una cumbre extraordinaria en línea de los líderes de los estados BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), convocada por iniciativa del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. El tema principal de la reunión es la coordinación de las posiciones de los países BRICS en respuesta a la política comercial de EE. UU. bajo la administración de Donald Trump. Desde el regreso de Trump a la Casa Blanca a principios de 2025, Washington ha reanudado una dura política de protección del mercado estadounidense: se han elevado los aranceles a varios productos de China, se han impuesto nuevas restricciones a la exportación de alta tecnología hacia China y sanciones a determinadas empresas. Estas acciones generan preocupación entre las economías en desarrollo y los grandes exportadores.
Se espera que los líderes BRICS (incluyendo al presidente de la RPCh Xi Jinping y al presidente ruso Vladimir Putin, quien se unirá a través de videoconferencia) discutan medidas conjuntas para apoyar el comercio multilateral y reformar las instituciones globales para reducir la dependencia del dólar y la presión de EE. UU. Pueden surgir declaraciones sobre la expansión de los pagos en monedas nacionales, el fortalecimiento del Nuevo Banco de Desarrollo BRICS y el aumento de la cooperación con otros países en desarrollo. Cualquier conclusión de esta cumbre será analizada detenidamente por los inversores: una retórica dura y medidas coordinadas contra EE. UU. pueden intensificar las tensiones en las relaciones internacionales y aumentar la demanda de activos de refugio (oro, yen, franco suizo). Por el contrario, el deseo de diálogo y compromiso aliviará las preocupaciones sobre la escalada de guerras comerciales. En general, el componente geopolítico desempeña actualmente un papel significativo: las noticias de la cumbre BRICS, así como cualquier actualización sobre conflictos o sanciones, pueden influir a corto plazo en los mercados de materias primas y divisas, especialmente en los países emergentes.
Materias primas y divisas: petróleo en máximos, rublo se estabiliza
En los mercados de materias primas, se espera una actividad elevada al inicio de la semana tras un evento importante del fin de semana. Los países de la OPEP+ en su reunión del 7 de septiembre acordaron extender las restricciones a la producción de petróleo por un mes más, hasta finales de octubre, para mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda. Arabia Saudita y Rusia confirmaron su compromiso con los recortes de producción voluntarios previamente acordados. Como resultado, el precio del petróleo Brent se mantiene cerca de máximos locales, alrededor de $90 por barril. Los inversores anticipan que con la extensión de las restricciones y la proximidad de la temporada de invierno, la escasez de petróleo en el mercado global se mantendrá, lo que sostendrá los precios altos. El caro petróleo, a su vez, impacta positivamente en las divisas y activos de los países productores de materias primas, incluida Rusia.
El rublo ruso ha logrado fortalecerse en los últimos días tras un período prolongado de debilitamiento. La moderada caída del dólar estadounidense en el mercado global y los altos precios del petróleo han favorecido al rublo. El tipo de cambio del dólar ha bajado por debajo de la marca psicológica de 95 ₽/$, lo que ayuda a reducir los riesgos inflacionarios en la Federación Rusa y alivia un poco la tarea del Banco de Rusia. Sin embargo, en comparación con el comienzo del año, el rublo sigue siendo considerablemente más débil, y las autoridades financieras rusas continúan observando de cerca el mercado de divisas. El Banco de Rusia sigue considerando la posibilidad de aumentar la tasa de referencia (actualmente en 12%) en reuniones próximas, si la presión inflacionaria no disminuye. En general, los mercados de divisas de países en desarrollo muestran una dinámica relativamente positiva: la debilidad del dólar y un mayor apetito por el riesgo han ayudado a las divisas de los mercados emergentes a recuperarse ligeramente. Sin embargo, su comportamiento futuro dependerá de la retórica de la Fed y el BCE, así como del entorno geopolítico.
En el mercado de metales preciosos, el oro se mantiene cerca de $1940 por onza, disfrutando de su estatus como activo de refugio en tiempos de incertidumbre. Los inversores han elevado su participación de oro en las carteras en medio de conversaciones sobre una posible recesión y riesgos geopolíticos. Al mismo tiempo, el aumento de las expectativas de recortes de tasas limita el potencial de aumento del oro, ya que hace que activos alternativos sin riesgo (como los bonos) sean más atractivos.
Informes corporativos: calma tras la temporada
La temporada de informes trimestrales de grandes empresas ha casi culminado, y el lunes 8 de septiembre se publicarán pocos nuevos reportes. En EE. UU., el importante emisor será la cadena de tiendas de conveniencia Casey’s General Stores, que anunciará sus resultados financieros del primer trimestre del año fiscal 2026 después del cierre de los mercados en Nueva York. Los inversores esperan un crecimiento sostenible de los ingresos de alrededor del +10% interanual, gracias a la expansión de la oferta y una mayor demanda de combustible, y ganancias de alrededor de $5 por acción. Los resultados de Casey’s ofrecerán una visión sobre el estado de la demanda del consumidor en el Medio Oeste de EE. UU. y el impacto de la inflación en el negocio minorista.
Otras corporaciones han tomado un respiro: ni en el índice S&P 500 ni entre las mayores empresas de Europa se encuentran programadas la publicación de resultados financieros para este día. En Japón y China, la temporada de informes para abril-junio ya ha concluido y se esperan nuevos lanzamientos más cerca de octubre. Las compañías públicas rusas tampoco están generando noticias alentadoras por ahora: los principales informes del primer semestre se publicaron en agosto, y ahora el mercado espera el inicio de la temporada de informes para el tercer trimestre hacia finales de mes.
Sin embargo, los participantes del mercado continúan prestando atención a las noticias y pronósticos corporativos. Cualquier anuncio inesperado sobre ganancias o revisión de pronósticos, incluso fuera de la temporada oficial de informes, puede provocar movimientos locales en las acciones. Actualmente, el enfoque se ha desplazado hacia las tendencias sectoriales: tras la temporada pasada, se observa que los gigantes tecnológicos mantienen altas tasas de crecimiento gracias a la digitalización y la demanda de soluciones de IA, mientras que las empresas del sector real, especialmente en la industria y en el segmento de consumo, enfrentan presiones debido al aumento de costos y débil demanda. Los inversores considerarán estos factores al ajustar sus estrategias y prepararse para la próxima oleada de informes, que comenzará en octubre.