Las deudas de los estados extranjeros con respecto a Rusia alcanzaron un récord desde 1998: Bangladés, el mayor deudor

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Deuda de estados extranjeros con respecto a Rusia en 2024: análisis de deudores y montos
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Las deudas de los estados extranjeros con respecto a Rusia alcanzaron un récord desde 1998: Bangladés, el mayor deudor

La deuda de los Estados extranjeros con Rusia ha crecido hasta $33.1 mil millones, alcanzando su máximo en 26 años. Análisis de los principales países deudores, el papel de la CEI y los riesgos de inversión para los inversores globales.

La deuda de los Estados extranjeros con Rusia aumentó en 2024 en $2.6 mil millones, alcanzando un total de $33.1 mil millones, el nivel más alto desde 1998. Esta evaluación la proporciona el Banco Mundial, que señala que la concesión de créditos por parte de Rusia a socios extranjeros se está expandiendo activamente a pesar de la presión de las sanciones. Moscú se ha convertido en un importante acreedor para varios países en desarrollo, aumentando la emisión de préstamos gubernamentales y créditos de exportación.

Según el Banco Mundial, al final de 2024, 38 países tenían deudas con Rusia. Por primera vez en varias décadas, el mayor deudor no fue un país de la CEI: Bangladés superó a Bielorrusia y ocupó el primer lugar con una deuda de $7.8 mil millones. La deuda de Bielorrusia, en este contexto, se redujo a $7.6 mil millones, colocándola en la segunda posición. Los otros miembros del top cinco de mayores prestatarios incluyen a India ($4.9 mil millones), Egipto ($4.1 mil millones) y Vietnam ($1.4 mil millones).

Un nuevo máximo en la deuda y el contexto histórico

El volumen de deudas externas hacia Rusia ha alcanzado un valor récord en el período postsoviético. El pico anterior fue en 1998, cuando la suma total de las deudas de Estados extranjeros era de aproximadamente $38 mil millones. Sin embargo, a finales de la década de 1990, una parte significativa de esta suma era un legado de la era soviética, que posteriormente fue reestructurada o cancelada. En la década de 2000, Moscú llevó a cabo una amplia cancelación de deudas de países en desarrollo, con estimaciones que indican que más de $100 mil millones fueron condonados a naciones de África, Asia y América Latina en el marco de iniciativas para aliviar la carga de la deuda y fortalecer los vínculos diplomáticos.

Gracias a las cancelaciones de deudas antiguas, la deuda total hacia Rusia se redujo significativamente hacia la década de 2010. El incremento actual hasta los $33 mil millones se debe principalmente a nuevos créditos otorgados por Rusia en la última década. A diferencia de la era soviética, los préstamos modernos son específicos en su destino: se utilizan para financiar proyectos concretos y apoyar a los aliados. De esta manera, el récord actual de deuda refleja la activación del rol de Rusia como acreedor en nuevas condiciones geopolíticas.

Top 5 de los mayores deudores de Rusia

La mayor parte de la deuda está concentrada en unos pocos países. Al finalizar 2024, los cinco principales prestatarios representan casi el 80% de la deuda total hacia Rusia. Los líderes son los siguientes:

  • Bangladés — $7.8 mil millones (un aumento de $1.2 mil millones en un año)
  • Bielorrusia — $7.6 mil millones (una disminución de $125 millones en un año)
  • India — $4.9 mil millones (un aumento de $799 millones en un año)
  • Egipto — $4.1 mil millones (un aumento de $815 millones en un año)
  • Vietnam — $1.4 mil millones (sin cambios en un año)

Para comparar, la deuda mínima frente a Rusia pertenece al pequeño estado insular de Granada, que cuenta con aproximadamente $2 mil, lo que sugiere un pago completo o un carácter simbólico de los compromisos. El contraste entre los mayores y menores deudores subraya la concentración de la cartera crediticia rusa: los dos principales países (Bangladés y Bielorrusia) juntas representan casi la mitad de toda la deuda hacia Rusia.

Los países de la CEI: la importancia de los vecinos y aliados

Hasta hace poco, los países de la CEI encabezaban la lista de deudores de Rusia. Bielorrusia ha sido durante mucho tiempo el mayor prestatario, atrayendo regularmente créditos rusos para apoyar su presupuesto y llevar a cabo proyectos conjuntos. Su actual segundo lugar ($7.6 mil millones de deuda) refleja la continuación de los estrechos lazos financieros entre Minsk y Moscú, aunque la ligera disminución de la deuda en 2024 indica que Minsk ha comenzado a pagar parte de sus obligaciones.

Otros Estados del espacio postsoviético tienen deudas sustancialmente menores con Rusia. Por ejemplo, Uzbekistán aumentó su deuda en sólo $39 millones en 2024, probablemente gracias a la utilización de nuevas líneas de crédito para proyectos de infraestructura. Los países del Cáucaso prácticamente han eliminado sus deudas: Georgia, por ejemplo, saldó por completo su deuda histórica con la RF en 2025. En general, la participación de los países de la CEI en la deuda externa total con Rusia ha disminuido, cediendo el lugar a países de Asia y África, sin embargo, para aliados clave como Bielorrusia, los préstamos rusos siguen siendo fundamentales.

Proyectos de exportación e intereses estratégicos

El aumento de la deuda de los países con Rusia se debe a una política de crédito orientada a objetivos, que al mismo tiempo sirve a fines económicos y geopolíticos. Una parte significativa de los créditos rusos está vinculada a proyectos específicos, como la construcción de centrales nucleares. Bangladés recibió financiamiento de Rusia para la construcción de la central nuclear "Rooppur", lo que explica el rápido aumento de su deuda de casi el 19% en un año. De manera similar, Egipto está incrementando su endeudamiento para el proyecto de la central nuclear "El-Dabaa" y otras infraestructuras, lo que ha llevado a un aumento de su deuda del 24% en 2024. Estos proyectos aseguran a las empresas rusas (en particular, "Rosatom") importantes contratos de exportación y una presencia a largo plazo en los mercados de socios.

Otro motor son los créditos para la adquisición de productos rusos, principalmente armas. India, un comprador tradicional de armamento ruso, incrementó su deuda en casi $800 millones en el último año, probablemente en el marco de pagos por suministros de sistemas de defensa aérea y otra maquinaria a plazos. De manera similar, Vietnam y Egipto han recibido en años anteriores créditos de exportación gubernamentales para equipamiento militar. Así, al financiar a los clientes extranjeros, Moscú apoya la exportación de sus bienes de alta tecnología y fortalece la cooperación en defensa y tecnología.

Riesgos financieros y aspectos de inversión

Para Rusia, conceder créditos a otros Estados es una forma de inversión, aunque esté asociada a riesgos. Los préstamos se suelen otorgar en condiciones favorables: por ejemplo, los créditos para centrales nucleares poseen largos períodos de gracia y tasas de interés relativamente bajas. Esto ayuda a los socios a manejar su deuda pero implica rendimientos moderados para el propio acreedor. No obstante, tales préstamos están ligados a futuros suministros de combustible, mantenimiento de tecnología y otros servicios auxiliares, lo que genera para las empresas rusas fuentes de ganancias a largo plazo.

Sin embargo, los riesgos de impago persisten. Algunos prestatarios de Rusia enfrentan cargas de deuda y dificultades económicas. Egipto, por ejemplo, se enfrenta a un déficit de divisas, y la economía de Bielorrusia depende en gran medida del apoyo de Moscú. En caso de impagos o necesidades de reestructuración, el presupuesto ruso tendría que asumir los costos, como ya ha ocurrido anteriormente con las deudas de varios países. Aún así, el volumen total de tales activos ($33 mil millones) no es crítico para la economía rusa (menos del 2% del PIB), pero está aumentando notablemente. Para los inversores, es importante tener en cuenta que el aumento de los créditos externos es parte de la estrategia de Rusia para aumentar su influencia, que tiene un costo en forma de capital inmovilizado y posibles pérdidas en caso de un desarrollo desfavorable de los acontecimientos.

Perspectivas: un mayor crecimiento del portafolio crediticio

Según los planes presupuestarios, Rusia no tiene intención de reducir los volúmenes de crédito externos. Para 2026-2028, el presupuesto federal ha destinado alrededor de 1.8 billones de rublos (aproximadamente $18.5 mil millones) para la concesión de créditos gubernamentales y de exportación a países extranjeros, lo que representa un 14% más de lo que se había previsto anteriormente. Estos recursos se destinarán principalmente a países "amigos" para financiar proyectos de infraestructura, suministros de maquinaria y otras necesidades.

Si se realizan todos los préstamos planificados, la deuda total con Rusia podría alcanzar máximos históricos en los próximos años, superando los niveles de finales de la década de 1990. Esto fortalecerá la presencia de Moscú en las economías de los socios, pero también aumentará los riesgos potenciales de impago. Para los inversores globales, es crucial seguir esta dinámica: la expansión de la cartera de créditos de Rusia refleja un cambio en los flujos financieros globales, alejándose de los donantes tradicionales occidentales hacia nuevos acreedores como Rusia y China. Para los países deudores, el dinero ruso se convierte en una fuente alternativa de desarrollo, y para Moscú, en una herramienta de "poder blando" y expansión de su influencia económica.

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